Todo recto a la derecha, y a la segunda rotonda gira a la izquierda y la verás. ¿Existe realmente una dirección? Yo creo que no. Ya puedes buscar debajo de tu cama, en casa de tu amiga, en París, en Londres, en Roma, que no la vas a encontrar. Lo que realmente buscas esta más cerca de lo que tu te piensas, es cierto que no la puedes tocar, pero sí sentir. Allí donde la buscas no hay sitio para las lágrimas, para las comeduras de cabeza, para las amarguras... Sí, estamos hablando de la felicidad. Ese sentimiento que cuando lo sientes, te sientes la persona más afortunada del planeta, ese sentimiento que te cambia la cara por completo ese sentimiento que deseas. Nadie sabrá donde encontrarla, ni porque se va, pero una cosa esta clara: mientras este en nuestro día día, deberíamos disfrutar de ella. Puede que la vida no sea la fiesta que deseamos, pero mientras estemos en ella, deberíamos bailar.
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